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Febrero, 2022

Dila

Deep Comply - By DeepIA

Ya hemos hablado bastante sobre la Inteligencia Artificial y sus beneficios para las empresas. Sin embargo, la IA también tiene un impacto no menor en las economías de cada país, adquiriendo un rol protagónico en la producción, el conocimiento y la sociedad, por lo que no es extraño ver que muchas naciones están impulsando su desarrollo.

Sin ir más lejos, en octubre del 2020, dentro de las 150 políticas presentadas por el Ministerio de Ciencia, Conocimiento, Tecnología e Innovación se incorpora la Política Nacional de Inteligencia Artificial que se fundamenta en 4 principios transversales: IA con centro en el bienestar de las personas, respeto a los derechos humanos y la seguridad; IA para el desarrollo sostenible; IA inclusiva e IA globalizada.

Resulta que estamos en una revolución tecnológica que se ha visto exponencialmente acelerada por la pandemia del Covid-19. Economías fuertemente golpeadas y cuyo repunte se ha dado gracias a las tecnologías de la información, siendo la transformación del e-commerce el ejemplo más claro. Sin ir más lejos, los especialistas sostienen que al 2030, el PIB crecerá un 14% gracias al desarrollo acelerado y adopción de la IA, mucho más que lo que promete incluso la reforma tributaria de nuestro país.

Por eso es importante que los gobiernos se preocupen e inviertan en su desarrollo. Cada uno de los 4 principios mencionados, forman parte de la estrategia nacional para anticiparse a sus efectos.

Pero ¿Qué significa todo esto? Te cuento en simple:

  • IA con centro en el bienestar de las personas, respeto a los derechos humanos y la seguridad, se refiere a que la IA debe contribuir al bienestar integral de las personas, es decir que su orientación esté centrada en la calidad de vida y derechos humanos, aprovechando los beneficios y considerando los riesgos de ésta. Se pretende que todos los datos personales obtenidos deban estar resguardados por sistemas seguros, protegiendo los algoritmos críticos que al ser vulnerados pudiesen comprometer la seguridad de nuestro país y sus habitantes.
  • IA para el desarrollo sostenible, como una herramienta que permita diversificar la matriz económica, fomentando la producción de las industrias, su ecosistema de investigación, tecnología e innovación. Es decir, que la implementación de la IA considere los impactos medioambientales y sociales que pudiese provocar.
  • IA inclusiva, dejar de pensar en que la IA solo es materia de los expertos, la construcción del aprendizaje debe ser interdisciplinario y que contribuya a las áreas del saber. En esta línea debe considerar la opinión de todos, incluyendo a niños y jóvenes, debe ser desarrollada “con perspectiva de género y diversidad sexual, inclusiva a grupos históricamente relegados como los pueblos originarios, las personas con capacidades especiales, o los sectores más vulnerables de nuestra economía, para convertirse en un instrumento útil para las personas, velando por disminuir y cerrar brechas” y por supuesto considerando nuestra geografía y regiones.
  • IA globalizada, considera acciones que ponen a Chile en un contexto internacional donde existan espacios bilaterales y multilaterales, alineado con los principios y acuerdos que nuestro país ha suscrito sobre los principios de la IA en la OCDE. Este principio está directamente relacionado con el planteamiento ético de la IA, que está en constante revisión.

El objetivo de esta política guarda relación con el empoderar el uso y desarrollo de herramientas de IA, de aquí a los próximos 10 años. Si bien Chile es el segundo país latinoamericano en el ránking de adopción de IA, estamos en el puesto Nº47 del resto de los países emergentes, por eso el desafío poder empezar a generar ya, pequeños cambios significativos, hacia la transformación digital entendiendo que esto no solo ayuda a nuestros negocios sino que también es parte de nuestra economía nacional, social y medioambiental.

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