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Julio, 2022

Dila

Deep Comply - By DeepIA

Entendiendo que la base de la sociedad del conocimiento es su capacidad de innovar los procesos humanos apoyándose en las TIC (Tecnologías de la Información), junto con la invitación que nos hacen -intrínsecamente- las nuevas generaciones a reencontrarnos con el mundo de forma sostenible y sustentable para crear una sociedad más inclusiva, equitativa e igualitaria es que me puse a reflexionar en sobre cómo estamos cambiando la forma en que hacemos las cosas.

En 1987, ya nos referíamos al desarrollo sustentable, que según definió el informe Brundtland de las Naciones Unidas “hace referencia a la capacidad de lograr prosperidad económica sostenida en el tiempo, protegiendo simultáneamente los sistemas naturales del planeta y proveyendo una alta calidad de vida para las personas”. 

El desarrollo sustentable implica 3 pilares fundamentales: lo económicolo social lo medioambiental y estos factores no solo son aplicables a las personas, sino que también a las empresas. Para evaluar la sostenibilidad (que perdura en el tiempo) de una inversión, se crearon los criterios ESG (Environmental, Social y Governance). Si bien las empresas no están obligadas a medirse bajo estos parámetros, lo cierto es que quienes los han incorporado a sus valores corporativos han logrado reducir sus riesgos y mejorar su posicionamiento competitivo.

‍Las tres variables clave para considerar a una empresa responsable en ESG se relacionan con: la ética; la transparencia y el buen gobierno; y la responsabilidad con el capital humano. Según Rodrigo Alvial, director ejecutivo de Merco Chile, “tras la pandemia, las empresas se han visto obligadas a examinar su papel en la sociedad para ganar reputación, conectar con el público y asegurar su subsistencia, y la forma de hacerlo es avanzar en una gestión transversal de la reputación abordando criterios ESG”.

‍ESG, entonces no más que un conjunto de factores que les permite a las empresas medir los impactos no financieros con el propósito de que con la información reunida se tomen las mejores decisiones, mitigando los riesgos legales y aumentando la rentabilidad en el mediano y largo plazo.

‍En materia normativa, no existe un ente regulatorio en específico que obligue a la divulgación de los resultados ESG, sin embargo, tanto los stakeholders, como los inversionistas, aseguradoras, entes reguladores e incluso la banca misma se están fijando en esta información para evaluar la toma de decisiones, por lo que contar con políticas ESG no solo es un beneficio interno, sino que también para todos los entes interesados.

Contar con factores ESG genera valor a la cadena productiva, permitiendo que todos, con la información disponible, puedan tomar las mejores decisiones, y de este modo crear empresas más sostenibles con inversiones socialmente responsables.

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