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Febrero, 2023

Jamber Rodriguez

Key Account Manager - Deep Comply

Tanto la inflación como la recesión son dos fenómenos económicos que pueden tener efectos negativos en las economías mundiales. En este artículo nos enfocaremos en sus consecuencias directas en las empresas y cómo éstas pueden afrontar dichos escenarios.

Según el informe Dinámicas o determinantes de la inflación en Chile” del 2020 del Banco Central de Chile, la inflación se define como el aumento sostenido en el tiempo del nivel general de precios de bienes y servicios de una economía que puede afectar negativamente el poder adquisitivo de la población y dificultar la planificación financiera a largo plazo.

La recesión, se trata de un periodo de desaceleración económica. De acuerdo con la Oficina Nacional de Investigación Económica, en Estados Unidos, una recesión implica una disminución de la actividad económica a nivel general. «Dura más de unos pocos meses, normalmente visible en la producción, el empleo, los ingresos reales y otros indicadores». Ahora bien, el panorama más cercano, al menos en Estados Unidos, es lo que los economistas han llamado una ‘recesión técnica’. Es decir, cuando se contrae el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de un país durante dos trimestres consecutivos o un semestre.

La preocupación en torno a estos 2 conceptos se pueden ver reflejados en el informe realizado por el Banco Mundial “Perspectivas Económicas Mundiales” publicado en enero del presente año, donde explica -de manera técnica y con números- cómo afecta de manera global a grandes y pequeños países.

Las consecuencias de la inflación y la recesión enfocadas a las empresas pueden ser similares y, a menudo, se agravan mutuamente. Algunas de las consecuencias incluyen:

  • Desaceleración de las ventas: ambas pueden disminuir el poder adquisitivo de los consumidores y, por lo tanto, reducir las ventas de las empresas.
  • Aumento de los costos: La inflación puede aumentar los costos de producción, lo que puede reducir los márgenes de ganancia de las empresas.
  • Disminución de la inversión: Durante la recesión, las empresas pueden tener dificultades para acceder al financiamiento y, por lo tanto, disminuir su capacidad para invertir en nuevos proyectos y tecnologías.
  • Aumento de la incertidumbre: La inflación y la recesión pueden generar incertidumbre en el mercado y dificultar la planificación a largo plazo de las empresas.
  • Reducción de la confianza de los consumidores: La inflación y la recesión pueden afectar negativamente la percepción de los consumidores sobre la economía en general y, por lo tanto, reducir la confianza en las empresas.

Los gobiernos, los bancos centrales y el sector privado pueden adoptar medidas para mitigar los efectos negativos de la inflación y la recesión, trabajando juntos y con un objetivo en común de establecer soluciones sostenibles y equitativas, esto con la esperanza de obtener resultados positivos a mediano y largo plazo.

Ahora bien, enfocándonos en el sector privado, las empresas en Chile pueden tomar varias medidas para prever los posibles escenarios negativos de la inflación y la recesión (estas soluciones pueden o no aplicar según el rubro o naturaleza de la empresa):

  • Diversificación de fuentes de ingresos y productos: Al diversificar sus fuentes de ingresos y productos, las empresas pueden reducir su exposición a los efectos negativos de la inflación y la recesión en una sola industria o mercado.
  • Control de costos: Las empresas pueden controlar sus costos, optimizar sus operaciones y mejorar su eficiencia para prepararse para un escenario de inflación o recesión.
  • Inversiones a largo plazo: Las empresas pueden invertir en activos y tecnologías que les permitan mantener su competitividad a largo plazo, independientemente de la inflación y la recesión.
  • Reserva de capital: Las empresas pueden mantener una reserva de capital para hacer frente a períodos de incertidumbre económica y financiar sus operaciones en un escenario de inflación o recesión.
  • Establecimiento de alianzas estratégicas: Las empresas pueden establecer alianzas estratégicas con otras empresas, proveedores y clientes para compartir riesgos y aprovechar oportunidades en un entorno económico incierto, estas alianzas deben ser bien estudiadas con un Compliance transparente y ajustado a la realidad legal.
  • Hacer un estudio exhaustivo de proveedores, partners y clientes para minimizar riesgos y aumentar la productividad: hay herramientas tecnológicas que automatizan y dan una vista al instante del compliance de los Stakeholders en general, así transparentar la gestión corporativa, conociendo todo el panorama con todo la cadena de valor.

Es importante destacar que la mejor manera de prevenir o mitigar los efectos negativos de la inflación y la recesión es mantener una gestión financiera sólida, monitoreada y responsable, junto con estar preparado para responder rápidamente a los cambios en el mercado.

Bajo estas premisas y escenarios complejos, ponemos a tu disposición una herramienta que desarrollamos con el objetivo de fortalecer todas las gestiones corporativas en el monitoreo de su cadena de valor, reforzar valores y estándares ESG, mitigando estos escenarios complejos, transparentando la gestión y ofreciendo una solución fácil de usar: DEEP COMPLY

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